Con un interés estético en los procesos orgánicos de la naturaleza, su incidencia en la plástica, su deseo de comunicar y expresar variantes de un mundo lleno de energías, la obra pictórica de Ventura González emerge plena de frescura y propuestas sugerentes desde un mundo muy personal.
El interés por la naturaleza circundante, las montañas, el mar, los ríos que conforman la gran riqueza insular, sus mitos y leyendas que nos rodean, aparecen en medio de una luz que moldea las más diversas experiencias del trópico.
Desde una primera etapa en su obra aparece esta constante; primero fue el paisaje natural en toda su pureza, luego enrumba su labor hacia una subjetividad que tiene en cuenta el color como medio expresivo, sus cuadros son juegos de luz elaborados a partir de su estilo, son personajes que pueden ser cuerpos humanos, árboles, peces, pájaros y frutas vistos a través de una óptica muy personal.
Todo ello adquiere un valor simbólico que se apoya en un estudio profundo y una fecunda producción para entregar un imaginario visual pletórico de sugerencias.
Continuador de la vanguardia artística cubana que llevaron adelante artistas como Carlos Enríquez, Amelia Peláez y Wilfredo Lam, su labor recibe todas estas influencias también de la pintora estadounidense Georgia O. Keffe a la que considera una precursora de esta temática con su carácter experimental y valoraciones del color, pintores todos que han influido de una u otra forma en su carrera.
Ventura, de formación académica estudió pintura y dibujo, luego diseño gráfico, trabajó en este campo por mas de veinte años en el diseño, diagramación e ilustración de periódicos y revistas nacionales, también ha ejercido la crítica literaria desde estos medios masivos.
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