El pasado 14 de junio se inauguró, en el Centro Hispanoamericano de Cultura, la exposición De-verde-arte, la cual estuvo abierta al público durante todo el mes de julio. La muestra estuvo conformada por obras de los jóvenes artistas Manuel D. Lugo y Alejandra Oliva, pertenecientes al colectivo de la Cuarta Pragmática (dirigido por el Premio Nacional de Artes Plásticas René Francisco). Formó parte de la iniciativa por ofrecer un ciclo de exposiciones de todos los estudiantes de este grupo, quienes por primera vez expondrían individualmente y no de manera conjunta.
El proyecto curatorial invita a la reflexión y al disfrute. La sala de exposiciones se convierte en un territorio de refugio y frescor espiritual, en el cual la meditación es casi inducida. Una gran instalación se despliega en todo el espacio de la galería y se adueña por completo de ella. El espacio reproduce la concepción oriental del jardín, en la cual este se considera una invitación a restaurar la naturaleza originaria del ser. Se ocupó toda la sala con un grupo de piezas que recrean un jardín artificial donde las personas, desprovistas de calzado, se conectaran táctilmente con el espacio. De esta manera se procuró una comunicación del espectador con su lado más primitivo y natural, donde los sentimientos y sensaciones aparecen de manera espontánea, sin ser controlados ni dominados.
La paradoja de la exposición, y quizás su mayor logro, se presenta en el anhelo contradictorio de crear un espacio natural con medios artificiales. La muestra juega también con las nociones de simulacro y realidad al presentar una conjunción irónica de elementos falsos y sintéticos que imitan un espacio ambiental que no es tal.
Deverdearte constituye, una propuesta interesante, por ser un ejemplo de lo que se está produciendo en el arte más joven de nuestro país. El enfoque escenográfico de la obra se haya su expresión en la tendencia internacional que enfatiza en lo espectacular y lo sensorial. Si bien las complicadas cuestiones teóricas aún subyacen en el trasfondo conceptual de las piezas, es incuestionable que lo visual, lo impactante y la factura técnica cobran cada vez más un mayor protagonismo. Esta exposición es un ejemplo de ello.
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