Una impresionante y abarcadora muestra retrospectiva sobre la obra del pintor representativo de las artes plásticas cubanas Mariano Rodríguez (1912-1990), será inaugurada próximamente en el Edificio de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana, Cuba.
Bajo el título Mariano Rodríguez: vuelo y arraigo, el visitante podrá apreciar 37 piezas entre dibujos –catalogados de excelente calidad por el curador José Veigas– y pinturas, de este prolífero y vanguardista creador cubano de la pasada centuria, específicamente el período de 1950 a 1966. Mariano Rodríguez está considerado uno de los pintores más exhibidos tanto en la Isla como en las galerías internacionales.
Desde el 25 de octubre y hasta el mes de diciembre, el museo abre sus puertas a esta muestra en la que podrá apreciarse uno de los momentos más importante de la obra de Mariano, archiconocido por sus gallos y escenas costumbristas, cuando en los años 50 la serie de los pescadores fue el punto de partida que lo adentró en la pintura abstracta siempre desde una visión cubana, criolla. Toda una galería de personajes creados por el artista con una fisonomía geométrica.
Los trabajos pertenecientes a este período –específicamente entre los años 1962 y 1966–, no son muy reproducidos, lo cual sorprenderá al visitante al encontrarse frente a piezas poco conocidas.
El diseño del catálogo, amén de apreciar las obras del artista, será de una inapreciable ayuda para los estudiosos por su valor documental.
El objetivo principal de esta exposición es mostrar al público una zona de la obra de Mariano Rodríguez muy poco conocida, sin embargo una de las más importantes y de mayor madurez creativa.
Sobre la obra de Mariano describe el catálogo del Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba (fragmento) en su capítulo de Consolidación del arte moderno: “No hay en Mariano una obra cumbre, como sí intervalos de iluminación y sabiduría: concreción sensible; angustia por resolver un compromiso en la forma, compromiso inefable como la esencia misma de existir, complejo en su propia definición”.
Bajo el título Mariano Rodríguez: vuelo y arraigo, el visitante podrá apreciar 37 piezas entre dibujos –catalogados de excelente calidad por el curador José Veigas– y pinturas, de este prolífero y vanguardista creador cubano de la pasada centuria, específicamente el período de 1950 a 1966. Mariano Rodríguez está considerado uno de los pintores más exhibidos tanto en la Isla como en las galerías internacionales.
Desde el 25 de octubre y hasta el mes de diciembre, el museo abre sus puertas a esta muestra en la que podrá apreciarse uno de los momentos más importante de la obra de Mariano, archiconocido por sus gallos y escenas costumbristas, cuando en los años 50 la serie de los pescadores fue el punto de partida que lo adentró en la pintura abstracta siempre desde una visión cubana, criolla. Toda una galería de personajes creados por el artista con una fisonomía geométrica.
Los trabajos pertenecientes a este período –específicamente entre los años 1962 y 1966–, no son muy reproducidos, lo cual sorprenderá al visitante al encontrarse frente a piezas poco conocidas.
El diseño del catálogo, amén de apreciar las obras del artista, será de una inapreciable ayuda para los estudiosos por su valor documental.
El objetivo principal de esta exposición es mostrar al público una zona de la obra de Mariano Rodríguez muy poco conocida, sin embargo una de las más importantes y de mayor madurez creativa.
Sobre la obra de Mariano describe el catálogo del Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba (fragmento) en su capítulo de Consolidación del arte moderno: “No hay en Mariano una obra cumbre, como sí intervalos de iluminación y sabiduría: concreción sensible; angustia por resolver un compromiso en la forma, compromiso inefable como la esencia misma de existir, complejo en su propia definición”.
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